sábado, 20 de febrero de 2010

Eres como mamá.

-Lucía, tranquila cielo. Pienso y espero no equivocarme... Lloras y todo lo que está ocurriendo es porque me voy mañana, ¿verdad?
- Vio, yo...
-Sí, lo sé hermana, sé que me echarás de menos, sé que no quieres que me aleje de ti, que me vaya. Pero pretendo irme a estudiar y volver lo más pronto posible, para cuando vuelva, buscar trabajo, estar más tiempo con Papá y disfrutar más nuestra vida.
Tú estas empezando a vivir, aún no sabes lo que es todo este mundo. Piensa en un bebé que está aprendiendo ha moverse, eso es lo que sabes tu de la vida... Lucía, tienes que ser fuerte, sé que lo estás pasando realmente mal y que siempre has estado destrozada por lo de mamá, pero yo también ¿Sabes...? Y mírame, aquí estoy, luchando porque tus estudios, tu vida relacionada con el mundo no fracase... y al mismo tiempo lo intento un poco con la mía. Sé muy bien cómo eres y sé que puedes, podrás y podrías si lo intentases... eres como mamá, ella era muy fuerte.
-Tú, también te pareces a mamá...
-No... yo a papá. Él es un hombre pesimista, aunque con ello va su fuerza de voluntad, también subestima mucho las cosas, pero él es un hombre valiente, todo lo que se le pone por delante allá va... Los dos eran maravillosos.
- Sí, llevas razón Vio.
-¿Y cuando no la llevo yo, enana?
Le hago sacar una sonrisa de burla,me gusta, me gusta verla sonreír después de haber estado llorando.

Alex, se quedó en el salón viendo varias fotos de nosotras, cuando eramos pequeñas, en la mayoría de ellas, está mi madre.
Se escucha al fondo una carcajada.

-Ven Lucía, acércate... Vamos ha hacer una cosa, tú coges por allí, por esa puerta. Mientras que yo salgo por esta, con cuidado sin que nos vea lo atrapamos por la espalda, le ponemos una venda en los ojos, lo tiramos al sofá y empezamos a hacerle cosquillas, ¿te parece?
-Jajaja, sí, seguro que será muy divertido.

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